martes, 12 de julio de 2011

FELIPE ANGULO BUSTILLO


FELIPE ANGULO BUSTILLO, EN EL CENTENARIO DE SU MUERTE


Nació en San Juan Nepomuceno, el 24 de abril de 1.854, y murió en Bogotá el 24 de marzo de 1.912.
Fue el hombre fuerte de la Regeneración, siempre decidido, enérgico, “enemigo casi rabioso de la anarquía”.
“Mi brazo derecho” lo llamó el Dr. Rafael Núñez y no le falló  Angulo,  ni a Núñez  ni a la Regeneración.
Su estrella política, que describió una parábola paralela a la de Núñez, le había permitido  pasar de las filas del Radicalismo Liberal a las del Conservatismo, a través de los más altos cargos públicos de la nación. No le faltaba sino ser presidente de la Republica y , sin duda, en el fondo de su alma acariciaba ese recóndito deseo, pero, la muerte acabó con esa aspiración.
El Presidente Núñez con el concurso de don Miguel Antonio Caro, “la primera virtud y la primera ilustración”  bogotano y el Dr. Felipe Angulo Bustillo, – de San Juan Nepomuceno- elaboraron la Constitución de 1.886.
Felipe Angulo Bustillo, fue el  blanco de muchas cóleras, fue un calumniado, tuvo como era natural adversarios de alta talla, tenaces, de empuje vigoroso; más él sin conocer el miedo ni esquivar los retos, ni aplazar defensa, luchó contra ellos al vibrar de su elocuencia, de su persuasivo verbo y de un carácter enérgico; de entrega incontrastable,  de una ordenada retorica  de luchas dirigidas, particularmente, al establecimiento de la Regeneración en Colombia.
“Felipe Angulo de rodillas, es más grande que sus críticos de pie”
Invito a los Senadores y Representantes de la Costa Caribe, a los del departamento de Bolívar, a la colonia sanjuanera en Bogotá y a todos los hijos de éste entrañable terruño de inteligentes hombres, para honrar su memoria; porque ya el mármol se estremece en las “canteras de los Montes de María”  y al cincel del artista lo reclama para tallar su enhiesta figura política de autor  de la Regeneración en Colombia.
“Los pueblos se equivocan al juzgar a sus grandes hijos”




BIOGRAFIA


 FELIPE ANGULO BUSTILLO, EN EL CENTENARIO DE SU MUERTE.
(24 de abril de 1.854 – 24 de marzo de 1.912)


Nacimiento: San Juan Nepomuceno, Bolívar
Padres: Luis José Angulo González y Concepción Bustillo Barrios.
Hermanos: Felipe Angulo Bustillo, fue el mayor de nueve hermanos: Tomasita, Antonia,  Lao, Blanca, Luis, Concepción, Manuel e Ismael Angulo Bustillo
Vida familiar: Casado con la dama cartagenera Constancia González Fálquez
Hijos: Luis José Angulo González y María Antonieta Angulo González
Estudios primarios: En San Juan Nepomuceno y en El Carmen en el colegio del pedagogo Manuel del Cristo Pareja
Estudios secundarios: En el colegio de San Bartolomé de Bogotá
De  Jurisprudencia: En la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Colombia, en donde se gradúo de abogado en el año de 1.873, a los diez y nueve años.
Niñez y juventud: Esta etapa de su vida se desenvuelve en un ambiente de naturaleza plena, en un entorno  constituido  por las vertientes  de tres arroyos, que circundan a la población de San Juan: El Rastro, Salvador y Catalina;  en ellos disfrutó sus cristalinas fuentes de agua; en baños, casi diarios, con  amigos y familiares; también en paseos de campo en los periodos de vacaciones cuando retornaba en su terruño natal y en juegos con vecinos como el de los trompos, vuelo de barriletes, montar a caballo, jardeando y ordeñando  las vacas en las haciendas de su padre.
A continuación citamos las siguientes anécdotas, que hablan desde muy temprano de la personalidad y carácter de Felipe  Angulo Bustillo: “Los niños de esa época y posiblemente de los de hoy, acostumbraban a bañarse en una laguneta que formaba  el arroyo de San Juan llamado “Rastro” y cuando el niño Felipe en compañía de otros jovencitos se encontró que un escuadrón había acampado en el cauce del arroyo, y al pasar Felipe preguntó quien era el jefe de aquella tropa y al ser llamado, le dijo el jovencito, con voz varonil “Me llamo Felipe Angulo, vengo a ponerme a sus órdenes como conservador y espero que vaya a pagarme la visita esta noche”. Al verlo el  soldado le llamó la atención la entereza de carácter del jovencito y cumpliendo sus deseos llamó a la puerta de Don Luis José Angulo, a las ocho de la noche y Don Luis recibió la visita con cortesía y al preguntarle al visitante en que podía servirle éste les contestó que iba a pagarle la visita que le había  ofrecido a Felipe en la mañana y le reiteró textualmente la conversación sostenida con el jovencito y Don Luis le contestó que ya estaba durmiendo.
Se cuenta que a la edad de ocho años sufrió la llamada  viruela de agua, a consecuencia de la cual perdió un ojo, por lo que es conocido en la historia política del país con el apodo del “tuerto Angulo”

Carrera pública y política.
Principió ésta como Diputado en la Asamblea de Bolívar en los años de 1.874 y 1.875
Procurador del Estado de Bolívar (1.876, 1.877 y 1.879)
Secretario General del Dr. Rafael Núñez, siendo éste presidente del Estado de Bolívar         (1.879). En ese mismo año pasó a ser por primera vez, Representante a la Cámara y Presidente de la misma (1.880 – 1.881), y ese mismo año a fines de noviembre, partió para Europa como cónsul de Colombia en Liverpool (Inglaterra)
Ministro de Hacienda y luego Ministro de Guerra en la administración del Dr. Rafael Núñez (1.884 – 1.885).
En 1.886 lo confirmó el General Campo Serrano en el ministerio de Guerra y en 1.887 lo encomendó el General Eliseo Payán  en el de Relaciones Exteriores ( por once meses ). Ese mismo año dio las instrucciones  definitivas para la celebración del Concordato con la Santa Sede, expedido con su firma el 6 de mayo de 1.887
Para el año de 1.888 se le nombró Enviado Extraordinario y ministro Plenipotenciario en la Gran Bretaña hasta 1.894; Diputado a la Asamblea Nacional y Jefe del Partido Conservador en 1.910 y candidato a la Presidencia de la Republica para el periodo de 1.910 a 1.914 que perdió por seis votos. Candidato nuevamente a  la Presidencia de la Republica por segunda vez, y que sólo la muerte le frustró ésta aspiración.
El  Dr. Eduardo  Lemaitre, en su obra “Rafael Reyes, biografía de un gran colombiano”, pagina 285, dijo sobre el Dr. Felipe Angulo Bustillo: “tenía una personalidad fascinadora.
Era alto, arrogante, siempre bien vestido con gran don de gentes. Un ojo de vidrio le había valido el apodo de “El tuerto” y, obligándolo a mirar de reojo, le daba a  sus gestos cierta petulancia no exenta de atractivo. Su estrella política, que habían descrito  una parábola paralela a la de Núñez, le permitió pasar de las filas del Radicalismo Liberal a las del Conservatismo, a través de los más altos puestos públicos de la nación. No le faltaba sino ser Presidente de la Republica y sin duda en el fondo de su alma acariciaba ese recóndito deseo”.

Personalidad y carácter:
Era de decisiones rápidas, imperioso, resuelto después  de haber tomado una resolución definitiva y era de un valor civil desconcertante.
El Dr. Felipe Angulo Bustillo, fue el compañero predilecto de Rafael Núñez, quien decía “que era su mano derecha” y fue también uno de los principales ejecutores de su política, al fundar el Partido Independiente, que derrotó al ilustre “Olimpo Radical” Angulo figura como liberal y miembro del Partido Independiente, pero ya al final de su carrera política aparece  como conservador siendo Diputado a la Asamblea Nacional y jefe del Partido Conservador. Puede considerarse como un axioma histórico que sin él habría sido, a caso difícil, el triunfo  del Movimiento Político Liberal y Conservador, es decir, nacional, que tuvo  como base histórica  la Constitución de 1.886.
El Dr. Alberto Urdaneta dijo de Felipe Angulo Bustillo: “He seguido, paso a paso, al Dr. Angulo en estos últimos días; he visto la firmeza de sus actuaciones y me constan los peligros que ha afrontado y la serenidad de su actuación. Dr. Angulo su actuación y la de su ilustre Maestro, como usted llama al Dr. Núñez, es un acto de altruismo  trascendental que raya en lo increíble.
El Dr. Arturo Abella dijo: “Angulo fue el hombre fuerte de la Regeneración. Siempre decidido, enérgico, enemigo casi rabioso de la anarquía “mi brazo derecho” lo llamaba Rafael Núñez. No le falló  Angulo, ni a Núñez ni a la Regeneración. En los preliminares del 85, su pulso firme salvó muy difíciles situaciones. No siempre  estuvo Núñez en esos días de buena salud. Angulo hubo de suplirlo con sus dotes de mando que los tenía en sumo grado. Dique de la Regeneración, fueron el cariño reciproco entre Núñez y Holguín: el valor del señor Caro, y la firmeza de Felipe Angulo”
Otro hecho en que se notó la arrogancia y el valor civil desconcertante, es el citado por el Dr. Tulio Enrique  Tazcón  en su libro: “Historia del Derecho Constitucional Colombiano”, sobre la decisión tomada el día 17 de febrero de 1.885: “se presentaron al Banco de Crédito Hipotecario en Bogotá, los señores Secretarios del Despacho Ejecutivo, Julio E. Pérez de Gobierno; Vicente Restrepo de Relaciones Exteriores; Felipe Angulo, de Guerra y Jorge Holguín del Tesoro, y el Dr. Angulo insólitamente le manifestó al gerente, Dr. José  María   Quijano Wallis, que el Gobierno de la Republica tenía urgente necesidad de $30.000,oo oro, ( treinta mil pesos ) para gastos militares y que dicha entidad bancaria tenía que entregárselos por la razón o por la fuerza. El celebre doctor Angulo terminó, sin preámbulos y sin cortesía su petición a nombre del Gobierno en la siguiente forma: “Al efecto, concedo a usted el plazo de una hora para verificar la entrega del dinero. Pero el señor Gerente le contestó que, conforme a los estatutos del Banco, él no estaba facultado para hacer prestamos sin garantías hipotecarias, y el Secretario Angulo le replicó, sin ambages: pues lo tomaremos por la fuerza material.
Los muy ilustres Secretarios del señor Núñez, habían llegado  al Banco reforzados por un batallón de la policía, comandado por el celebre general Arístides Fernández”, quien ordenó que la fuerza armada ocupara el local de la institución y dejara en e
él presos e incomunicados a los accionistas, quienes habían sido citados previamente por orden del gobierno  Regenerador”.

Anécdotas de su vida pública:

El Dr. Núñez, que ya había apreciado los quilates de la recia personalidad de Angulo lo invitó a viajar con él a Bogotá, a proseguir su campaña política llamada la Regeneración.
En la segunda presidencia del Regenerador, Angulo se desempeñaba en la cartera del Tesoro. En el año 1.885 estalló la revolución llamada  de Gaitán, quien incautó todos los barcos mercantes situados en el puerto de Honda, incautando todos los barcos que encontró en el camino, llegó a Barranquilla y con los  pitos de los buques,  con uno o varios tiros de cañón, el jefe de  la plaza que lo era el General Carlos Adolfo Urueta evacúo  la plaza y Gaitán entró triunfante a la ciudad. El Dr. Núñez supo la noticia en la noche y en la mañana siguiente Felipe Angulo encontró a Núñez paseándose atribulado por los pasillos del palacio y al preguntarle Angulo que le pasaba, Núñez le contestó: “sabes, Felipe  estamos perdidos, Gaitán tiene sitiado a Cartagena, Angulo le respondió : “Ud. se ahoga en una gota de agua: Nómbreme Ud. Ministro de Guerra y dentro de noventa días no habrá revolución liberal” y que piensa hacer preguntó Núñez, ese es mi secreto le replicó Angulo; pero dentro de noventa días no habrá revolución liberal. Y que hacemos con Campo Serrano, rearguyó Núñez, lo mando a cobrar un empréstito a Antioquia y Núñez hipnotizado por la entereza de su secretario fue a su despacho e hizo el nombramiento de ministro de Guerra  para Felipe Angulo Bustillo, quien se posesionó  inmediatamente, se hizo  conocer  en todos los cuarteles, puso un soldado en la puerta de su despacho para no  dejar pasar a nadie que no presentara una tarjeta con su firma. A la una y treinta llegó Campo Serrano y el soldado le dijo: “a la espalda”; soy el  ministro de Guerra  dijo Campo Serrano, y el soldado le contestó: el ministro de Guerra es el Dr. Felipe Angulo, y Campo Serrano no le quedó otro camino que irse al despacho del Dr. Núñez, quien le explicó la urgencia de un ministro joven y enérgico para dominar la situación.

En la guerra de 1.885: En un principio el estado de salud  del presidente Núñez fue tan grave, que los médicos llegaron a desesperar  de poder salvarlo. Cuando ferozmente lo rodeaban por todas partes sus enemigos, su organismo le falló, imposibilitándolo para defenderse. Pero entonces surgió doña Sola la mujer que puso en acción y empuñó las riendas del Gobierno ¡Cuantos días pasó sin dormir, repartiendo su tiempo en  la cabecera de su marido en peligro y en  la defensa de la obra del mismo colocada en iguales circunstancias!.
Al pie del telégrafo, o en el Consejo de Gobierno asesorada por Salvador Camacho Roldán y Felipe Angulo, lo atendía todo, lo dirigía todo sin perder detalle, sin desmayar en los momentos más críticos.

Segunda anécdota: Las tropas que bajaban de Antioquia a derrotar la revolución en Bolívar llegaron a San Juan con orden de incautar todo animal montable que encontraran y lo primero que hicieron fue coger dos mulas de propiedad de Don. Luis José  Angulo, padre del ministro. Sabe usted  de quien son esas mulas, le preguntó un vecino  de San Juan  al General, no me importa contestó éste, pues, son del padre del ministro de Guerra ¿y vive aquí?, sí señor le dijo el vecino y le indicó  en donde vivía.
El General, cuyo nombre no se recuerda llegó a casa de Don Luis José a las ocho de la noche y después de los saludos protocolarios le dijo: “sin mi orden han tomado dos mulas de su propiedad y vengo a que Ud. me firme una cuenta, por la suma que quiera en pago de dichas mulas para desembolsarle inmediatamente y Don Luis  José le contestó : no acepto ni un centavo en retribución de esas mulas, si usted las necesita llévensela, cuido en lo que vale la reputación  de mi hijo.

Tercera  anécdota: Un amigo y condiscípulo  del ministro, natural del Cauca se presentó un día a su despacho y le dijo: “me tienen muy molesto todo lo que necesitan las tropas que están en mi pueblo que lo quieren sacar de mí, si el gobierno necesita un empréstito, yo lo pago, pero que  me dejen  trabajar tranquilo; y Angulo le dijo: vente a las dos de la tarde, a esa hora llegó el amigo y ya Angulo estaba listo para salir con él. El coche arreglado y con el amigo partieron a tomarse una fotografía y echándole Angulo el brazo a su amigo se  hizo tomar  dos fotos y le dio la orden al fotógrafo de que debían estar listas a las nueve de la mañana del día siguiente. Angulo puso su firma al pie de la fotografía la cual fue colocada a la vista en el escritorio del amigo y nadie se volvió a meter con ese sujeto.

Cuarta anécdota: El Dr. Felipe Angulo, tenía en su escritorio un retrato tamaño mayor del General Uribe, quien se le presentó un día  de visita en su despacho y le dijo: Dr. Angulo, veo que yo soy muy querido en esta su casa, pues veo mi retrato inspirando sus  lucubraciones en su periódico y Angulo le contestó: lo tengo a Ud. presente para no olvidarlo y tirármelo  en el momento oportuno. Uribe siguió: en la convención  vamos a elegirlo presidente de la Republica, teniendo como base los votos del Partido Liberal que dirigimos el General Benjamín Herrera y yo, y sólo, le falta conseguir seis votos conservadores, que parece mentira, no pudo conseguir Angulo, y fue así como fue elegido presidente de la Republica el Dr. Carlos E. Restrepo.
Años después en 1.904, regresó a Colombia, y el General Rafael Reyes, entonces presidente de la Republica, llamó a Angulo para que colaborara en su gobierno; pero  esos dos temperamentos ambos  cesaristas no pudieron entenderse y en ésta forma se fraguó la conspiración de Angulo contra el gobierno del General Reyes y obtuvo para ella la colaboración del General Ramón Gonzales Valencia y del General Canal. Esa conspiración fue descubierta y Angulo fue deportado a Mocoa con sus compañeros bajo la custodia del General Escandón, quien llevó de parte de Reyes instrucciones secretas para asesinar a Angulo en un momento oportuno, y una noche de lluvia entre relámpagos y truenos se oyó una gritería y muchos tiros de parte de los guardianes y fue entonces cuando Angulo desde la puerta de su alojamiento llamó a gritos al General Escandón quien acudió solícito al llamado de Angulo y ya en su presencia, Angulo le increpó su conducta y  entonces  Escandón avergonzado le confesó a Angulo la orden privada que tenia de Reyes de asesinarlo y agregó “usted es el único hombre que me ha gritado en la vida y un hombre como usted, no tengo la cobardía de asesinarlo y desde este momento me pongo a sus ordenes incondicionalmente. La opinión publica se volvió  francamente adversa al gobierno de Reyes y éste tuvo que huir dejando encargado del gobierno al vicepresidente Don Jorge Holguín, quien como primera medida decretó el indulto a todos los presos políticos y fue así como Angulo y sus compañeros regresaron a sus respectivos domicilios. 
HOMENAJE PÓSTUMO DECRETADO POR EL GOBIERNO


El Congreso de Colombia dictó un decreto  de honores: ley 1ª  de 1912. Articulo 2º; “Por cuenta de la Nación  se construirá en el cementerio de Bogotá, en un lote mandado a comprar para tal objeto por la Asamblea de Cundinamarca, un monumento con el busto en mármol del ilustre republico. En el pedestal se grabará la siguiente inscripción: “El Congreso de Colombia Felipe Angulo: Como el roble en la montaña su figura  se ergía majestuosa en el escenario político  de la Republica. Tenía impetuosidades de águila y alas de cóndor. Era un trabajador incansable y un dominador con atracciones irresistibles. El país no lo conoció lo suficientemente.
Tuvo siempre el gesto heroico que caracteriza los hombres genios. El sabía que en política los triunfos vienen y van.
Su muerte fue un duelo nacional. La Costa Caribe perdió  con la desaparición de Angulo, a uno de sus hijos que más la amaron.


LIC. ROBERTO ARRIETA BARRIOS